Filosofía, Metapolítica, Aforismo, Poesía.

lunes, 20 de abril de 2015

NOVELA METAFÍSICA (Cap. III- Encuentros con la mujer primordial)


Antes de llegar a la Mujer Primordial, la Única, hay que ascender por la pirámide arquetípica. Justo en la antesala a la cúspide de ésta, los últimos tres arquetipos que, juntos, conducirían a aquella, serían: Primero, el de Ishtar, o mujer-araña; segundo, el de hechicera/sacerdotisa; y tercero, el de la eterna amada (la Beatriz de Dante, la Gran Dama a quién cantaban los trovadores.)

Conviene antes de todo, relegar conceptos como el de "amor platónico" o el de "diosa madre", los cuales no entrañan las claves de lo que me propongo describir, aunque tampoco es que estén, por supuesto, desligados del todo.

También es importante aclarar que todos los encuentros que se relatarán en esta obra, ya sea con estos arquetipos o con otros, pueden darse en forma de sueños o en forma de sucesos de la vigilia. En este caso se trata de los segundos. No obstante, conforme avancen los capítulos, ustedes mismos se percatarán de que, una vez alcanzado cierto discernimiento, la forma adoptada es lo de menos, siendo la única cosa que marca la diferencia el aprendizaje acumulado (el acceso a niveles superiores.) También será necesario aclarar que los tres arquetipos últimos no tienen porque expresarse puros y unívocos, sino que más bien suelen presentarse confundidos y asimilados unos con otros (de igual modo que se haya mezclado lo espiritual y lo carnal). Hechas estas aclaraciones, procedo a relatarles los cuatro encuentros que escogí como más relevantes.

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PRIMER ENCUENTRO.

     Debe tener 18 o 19 años, y es la mismísima encarnación de Venus.
     Ni los maestros del Renacimiento pudieron imaginar un rostro más bello, armonioso, e inspirador de toda pureza y toda grandeza. Sus inefables ojos pardos parecen mirar ininterrumpidamente a un infinito... infinito en donde se adivinan prodigios de héroes de almas tan nobles como su mirada, pues me niego a creer que sus ojos puedan ver otra cosa que aquello afín a su "raza espiritual", esto es, a la Raza Olímpica de la Edad de Oro. (Nada que ver, por cierto, con lo que hoy entendemos por raza.) ¡Y sí, su cuerpo también es el de Venus, y sus formas guardan pareja armoniosidad a sus irrepresentables, por divinos, rasgos faciales!

     ¡Es inalcanzable por definición!, está más allá del tiempo y de nuestros estrechos espacios Y por mucho que crea/quiera intuir que ella también ve ALGO en mí.... Es perder tiempo y energía tan sólo albergar un resquicio de esperanza de que así sea. ¿No sabes ya de sobra, tú, alma descarriada e inmunda, que los ángeles y las criaturas del inframundo no pueden siquiera habitar un mismo plano? La puedes ver, y ella te ve.. pero no estáis, en rigor, EN EL MISMO LUGAR....

...Si te acercaras a ella, de inmediato, desaparecería del mundo físico; o peor, serías tú el catapultado violentamente a uno de esos infiernos de los que, con toda probabilidad, procedes.


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SEGUNDO ENCUENTRO.

     Ella.....¡ella, sí! Esa cuarentona de labios voluptuosos, tan...jugosos, ahí plantados como si fuesen el dios, el sumo pontífice que impone orden en ese rostro, máxima expresión de la más rosada redondez. Porqué todo en ella tiene la apariencia de excesivo,.. voluminoso,.. chillón.. Sus ojos: enormes, sinceros, libres de todo complejo y artificio. Su piel: curtida, tostada, pero no ajada; broncínea, casi como el bronce de una estatua; pero, en apariencia, aún tan tersa y maleable.. Sus pechos, una suculenta pista, intuidos tras la rebequita.. cual susurro... Una promesa de secreto poder. Su trasero, al alejarse, firme y de un magnestismo apabullante, subiendo las escaleras como burlándose de los de esas jovencitas mas bien desnutridas que aún creen que sus casi inexistentes glúteos son el objeto mas venerado del mundo. (Pero son aún tan poco conscientes de la pequeñez y lo efímero de su mundo..) 
     Ellas, secretamente, inconscientemente quizá, estén soñando con que algún día, tras años de ardua espera, sus nalgas alcancen el marmóreo y platónico esplendor que, sólo en ese caso, les haría merecer tal nombre.

¿Pero quién será ese maldito afortunado, acaparador, egoísta -aunque él seguramente no sea consciente de su inmensa fortuna- que cuenta con la exclusividad de admirar, y además comprobar, con todos los medios a su disposición, la hercúlea firmeza e ineludible contundencia de ese objeto forjado en un molde olímpico y eterno?


...Y si.. por uno de esos raros azares, en un mundo a veces tan inexplicable...no existe tal "dueño", tal acuerdo de exclusividad... 

¡¿Que carajo hago entonces yo aquí?!, con la sangre hirviendo, los labios resoplando, las fosas hiperventilando, la entrepierna apoderándose vergonzosamente de todo el control.. como si fuera mi único, mi primer arrebato sexual verdadero.. como si todas las formas, los contornos, los contoneos y las voluptuosidades que antes contemplaba extasiado, palidecieran tanto que quedaran reducidas a un simple y tedioso prólogo de la Verdadera Atracción Animal, del Autentico Arrebato salvaje y irrefrenable, que por un instante, te hace dudar realmente de si sigues considerándote un ser racional, y no una fiera esclava de sus más acuciantes instintos.

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TERCER ENCUENTRO

     La veía siempre atravesando el pórtico con su paso y cadencia inconfundible, con su pelito corto y rizado, sus gafitas y, ¡sí!, su portentoso busto perfectamente dividido en sus dos redondísimos semi-bustos, tan firmes, tan ..decididos, como si el movimiento en sí, incluso el de rotación y traslación del planeta, no fuera con ellos.. como si el constante bamboleo no consiguiera apenas desviarlos de su objetivo; un objetivo sin duda ineludible y transtemporal, un tipo de destino..  pre, o post-cósmico.
     Y siempre, indefectiblemente, que la miraba, entre atónito y por completo vencido pasando frente a mi, ella, de soslayo, me devolvía la mirada, y me dirigía una sonrisa; sonrisa que seguía manteniendo una vez apartada la mirada. Y eso le daba, por contraste con el resto de las mujeres a las que observaba usualmente, una primaria y magna inocencia, una dulzura desnuda, como aún, milagrosamente virginal, como aún, milagrosamente no contaminada por todo el cinismo, el descreimiento, la excesiva reserva y la insoportable mala leche que caracteriza a los urbanitas modernos (Un dia, las ciudades implosionarán, engullidas por su irresoluble contradicción, en un ascenso geométrico de angustia, paranoia y amargura sinfín (y sin motivo)... y volveremos a vivir en plácidas aldeas neolíticas. -Y no es que yo lo prefiera así, más bien es ley natural del colapso y el eterno retorno.-)

    Pensaba mucho en ella, pero era esto algo reciente, tan sólo desde la última vez que la ví; no ocurrió nada especial, no tuvo en absoluto nada de diferente, fue más bien como si la suma de todos nuestros encuentros, "choques", adquiriera con éste un nuevo y genuino significado; quizá como la gota necesaria para colmar la probeta y causar una reacción, una chispa que convierta el experimento -azarosamente o no- en otra cosa... que nos demos cuenta de que lo que tenemos entre manos, es ya, algo distinto. Como digo, esa chispa prendió en mi conciencia y se convirtió en algo casi sólido, casi con entidad propia; y no sabia exactamente que debía hacer, ni como debía afrontar tal hecho, tan sólo sabía que debía emprender ese camino.

    Y, antes de que quisiera darme cuenta -no hizo siquiera falta empezar a concienciarme o ponerme en estado de alerta- Antes casi de proponérmelo, o, quizá justo al mismo tiempo, apareció sorpresivamente por el rabillo de mi ojo -lo cual me acababa de confirmar que se trataba de algo que indefectiblemente tenía que ocurrir- Y, al plantarse ya ahí, como fulgurante en el centro de mi campo visual, sentí casi como un "vuelco existencial", como si mi linea temporal hubiera sufrido un repentino revés, una brutal descarga de energía procedente de quién sabe que ignoto rincón del universo... Me asustó por un momento la celeridad con que se habia materializado todo, ¡ni tan siquiera habia empezado a asimilar tan inaprensible e inesperado golpe!"... Pero aún así, no podía permitirme acobardarme, y sin más, dejarlo pasar. Yo SABÍA que era ineludible y crucial para mi "destino". Así que, me armé de valor, y di un inconsciente y decisivo paso al frente, asegurándome así de no poder ya volverme atrás. 
    En ese momento sí sentí, claramente, como MI UNIVERSO, mi linea temporal, o comoquiera que lo denominaran los físicos de vanguardia, cambiaba violentamente... HABÍA CRUZADO EL UMBRAL.. el definitivo, o quizá, aún sólo el primero, pero en cualquier caso, crucial.. y tan revelador, que cuando ya estaba frente a ella, se paró, frunciendo el ceño, pero sin abandonar del todo la sonrisa, como si también pensara... "Esto es, de alguna manera, un Punto de Inflexión, algo que seguro va a cambiar este, mi monótono y previsible Universo...Ambos estamos a punto de MUTAR.. y la Realidad, la suya y la mía, están a punto de transfigurarse en algo nuevo (y quizá de ser Una Sola)".

¡Y no, obviamente que no hablo de "amor", ni ninguna bajeza animal por el estilo!
Se trata de algo mucho más serio que todo eso.. Se trataba, en ese momento, ni más ni menos que de alcanzar LA INMORTALIDAD...   

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CUARTO ENCUENTRO

      La mujer-araña tejía su pegajosa red mientras yo dormía y no podía enterarme de nada. 
      Así, cuando despertaba, yo era una mosca cada vez más indefensa en sus pequeñas pero hábiles zarpas.
      El cuarto que habíamos ocupado, estrecho pero acogedor, ahora se percibía más cálido, y había un nosequé que lo tornaba ciertamente más opresivo que la noche anterior (aunque en ese momento, plena presa de su hechizo, no lo sentí de esa manera, pues para mí todo era calidez y CRÉDULA sensación de plenitud.)
      Las paredes estaban ya plenamente impregnadas con su veneno, barnizadas de promesas de amor, de leernos cuales libros abiertos, de estrecha afinidad de almas, de Destino, de final del largo camino para reencontrarse finalmente con la mitad perdida, y toda esa clase de pegajosas trampas para incautos.

Imagino ahora como, en mi profundo, plácido, e ingenuo letargo, se recorría todos los muros y las esquinas para tejer su dura, pegajosa, e indetectable tela.

Debí ya empezar a sospechar algo la vez que sus fauces inferiores atacaron sorpresivamente a mi aventurero intrépido en una de sus encuentros, por lo demás, bastante placenteros.

Obvio que, además de sus depuradas técnicas arácnidas, también dominaba, y no poco, la hechicería. Por ello que me enfrentaba, sin saberlo, a un enemigo tremendamente poderoso.
Así fue como mi universo empezó a llenarse de sincronicidades, a cual más sorprendente que la anterior, de tal suerte que pueden ustedes imaginar mi pleno convencimiento de, no sólo ser movido por poderosas Fuerzas del Destino, sino incluso de estar por RASGAR EL VELO DE MAYA.

Imaginen, pues, también, el rictus y el sabor indescriptible que me dejó la huida tan veloz, e inesperada, de esta nicromante de ocho patas, una vez había extraído de mi TODO EL JUGO que requería para vaya usté a saber qué oscuras necesidades.


viernes, 17 de abril de 2015

NOVELA METAFÍSICA: "Paraisos-infiernos intermedios" (Caps. I y II)


 I


En el Centro de la Tierra existe un mundo primordial donde viven todos los arquetipos platónicos, las ideas puras, de todo lo que puebla la superficie: minerales, plantas y animales primordiales, humanos primordiales, dioses y conocimientos primordiales.

Sé que hay una verdad metafísica en esto, pero no sé a ciencia cierta hasta que punto pudiera ser también física. Tampoco sabría decir si la Tierra es realmente hueca, como dicen las magas lenguas, o si, tal como suben la apuesta magos todavía más audaces, a aquel mundo interior sólo se accede desde portales interdimensionales.
Personalmente, ya hace tiempo me inclino a pensar que en todo esto no hay sino una metáfora, un intrincado simbolismo de simbolismos que, a modo de muñecas rusas, o más exactamente, de acertijos que indican el camino para hallar nuevas pistas, conducen al iniciado a través de una escalera de abstracciones meta-racionales, supra-intuitivas, siempre ascendente en complejidad, donde cada nuevo paso, escalón, descubrimiento, revelación... nos da la impresión de desmentir todo aquello que habíamos creído comprender en  los anteriores. 
Pero justo de eso se trata. Esa impresión tiende a ser momentánea, mero producto del shock, de la disonancia cognitiva, al percibir en ese despertar, ofuscados y fulminados como estamos, una nueva realidad tan sorprendente, tan imposible de prever, que necesariamente arroja ofuscación también sobre los pasos seguidos hasta llegar a ella.
Para que logren interiorizar mejor sensación tan inaudita, piensen en una de esas pesadillas en las que descubrimos que, al escapar de ella y abrir finalmente los ojos, todavía seguimos soñando; sólo que en el viaje del que les hablo volverían a despertar otra vez, y otra más, en sucesivos sueños concéntricos, sintiendo cada uno de ellos como realidad infinitamente más real que la anterior, pero que, como ya se habrán adelantado a sospechar, vuelve a parecer sueño al despertar en la siguiente. De este modo es como sentimos que al fin escapamos de Maya, del "reino de la apariencia" en el que ya intuíamos alguna "grieta"; y por esto es que creemos que todo lo vivido en el anterior plano de realidad no tiene ya ninguna validez ni guarda relación de interdependencia con el actual; pero como digo, sólo es producto del lógico deslumbramiento del primer momento
. 
Sólo que este momento puede ser más prolongado de lo debido, y aquí es donde debemos hacer una de las más importantes advertencias al respecto, ya que se trata de la cosa más fácil sucumbir a tamaño estado de confusión y perderse en ese nuevo universo, olvidando que formaba parte de un viaje más largo, de un sacrificado camino de conocimiento que nos había llevado hasta allí por un motivo. Y es al olvidar este motivo, cuando corremos serio riesgo de mezclarnos en el devenir caótico, ¡y entonces sí!, ya no habrá marcha atrás: 
Nuestro ser caerá en el absoluto extravío, olvidado aquel  Hilo de Ariadna que quizá soltamos por un instante, y quedaremos por toda la eternidad atrapados en uno de estos mundos intermedios, que ciertamente pueden corresponderse, para que ustedes estén prevenidos, con aquellos a los que diversas tradiciones dieron el nombre de "infiernos". 

Pero vamos ahora a explicar, para que se vayan situando, el significado último del mundo primordial, que no es exactamente el mundo de las ideas platónico, sino algo, quizá, más aristotélico, y verán porqué: Los seres primordiales SON POTENCIAS, las potencias de las que son actos los seres que han evolucionado en la superficie. Y del mismo modo que los minerales, plantas y animales primordiales desarrollan ciclos de evolución, diversificación y extinción, en lo referente a los humanos, los ciclos no son sólo evolutivos en sentido biológico, sino también histórico. Y aquí es donde la teoría se vuelve aún más fascinante, y verán en un único fogonazo, inapelable, cuan apabullante coherencia expresa, que se muestra cual secreto a voces

El movimiento de traslación terrestre, que en este plano dimensional es principalmente espacial, resulta ser en otro plano, de un modo que nos llevaría demasiado tiempo explicar ahora, la fuerza misma que hace avanzar LA HISTORIA, tanto de los seres naturales como de los auto-conscientes. ¿Empiezan a entender ahora por qué los primordiales habitan una especie de limbo en el centro del planeta? ¡Están fuera del tiempo! ¡Justo por eso son primordiales, por no estar sujetos a evoluciones, ni extinciones, NI MOVIMIENTO! -Por ser pura potencia que no conoce el acto- En ese plano del que hablamos, los seres vivientes son meras sombras (Aquí sí volveríamos a acudir a Platón) Y tal como los seres que nosotros ahora somos -o más bien creemos ser- son las "sombras que representan las ideas", en el plano atemporal, lo que estaríamos viendo "moverse" por la superficie serían, en rigor, sombras de sombras.

Pero volvamos a este plano, no queremos que el lector se extravíe en este relato como en aquellos mundos intermedios que hemos descrito. Dijimos que las "ideas" planetarias habitan en un limbo interior, y que esto tenía estrecha relación con el hecho de ser estáticas y ajenas al devenir temporal. Pues bien, imagino que empiezan ustedes ya a ver la relación del movimiento, el tiempo, la historia... CON LA SUPERFICIE, como antes la vimos claramente entre la potencia, el estatismo, la eternidad... Y EL CENTRO.

He avanzado cual es el final del camino, cual es la última explicación de todo, de forma muy esquemática, pero únicamente porque va a ser necesario de cara a asimilar lo que a continuación les relataré.

~

II


Cuando uno se adentra por esos mundos intermedios, lo que ocurre, en rigor, no es que alcancemos cada vez aquel estadío inmediatamente superior al previo. Yo antes hablé de "escalones" únicamente para que empezaran a captar, por medio de esa socorrida metáfora, una complejidad que escapa a conceptos tan terrenales. Pero no hay realmente tales escalones, lo único que hay es un continuum entre el mundo del devenir y aquel que calificamos de estático. 
Lo que sucede, por tanto, es que, conforme nos vamos acercando a las ideas eternas y alejando de las sombras efímeras, vamos a parar a "momentos congelados" en ese campo entre el tiempo y el no tiempo, pero que no tienen existencia como tales, más allá de nuestra vivencia de los mismos. No son estos, pues, más que una  ficción resultante de la incapacidad de nuestro ser para percibir simultáneamente todo el "degradado inter-dimensional", y de ahí que sólo podamos experimentar el viaje a través del continuum fabricando/fabulando improvisadas "estaciones", "paradas", "pasos fronterizos".

Y así, en mi periplo, yo mismo me he ido encontrando con "mundos intermedios" de todos los colores. No puedo negar que, durante mucho tiempo, ni pude entender lo que eran, ni supe orientarme en absoluto. La total confusión, la inasumible extrañeza inicial, pueden prolongarse más de lo debido. Se trata de pseudo-paraísos y pseudo-infiernos que, insisto, son resultado de nuestra interpretación fragmentaria, al tomar contacto con una realidad que va mucho, muchísimo más allá de ellos, conteniéndolos a todos, y de tal suerte, anulándolos. La ficción nace nada más que del choque entre nuestro entendimiento y esta realidad que lo supera en tal medida. Y por eso mismo digo que "se anulan" cuando los encontramos formando parte de una unidad infinitamente más grande, de igual manera que los momentos de felicidad y amargura en nuestras vidas también se anulan, y toman un significado que los trasciende en mucho, en el instante en que percibimos todos esos momentos como un todo, ya sea porque nos hallamos ante el crepúsculo existencial o porque hemos pasado por alguna clase de segundo nacimiento.
Se forman, por ello, esos micro-paraisos y micro-infiernos efímeros (a no ser que quedemos atrapados en ellos, en cuyo caso, seríamos nosotros los que los convertimos en perpétuos), y toman la primera o la segunda forma en virtud, únicamente, de como cada uno de nosotros los enfrenta y los vive. El sueño de un sujeto de cierta clase puede ser la pesadilla de otro, y viceversa. No requiere esto demasiada aclaración, pues vuelve a ser análogo a lo que ocurre en el plano del devenir que conocemos.
Por eso hay tamaña variedad de experiencias. Imaginen todas las posibilidades que ya tenemos en el mundo temporal, pero multiplicadas por todas las coordenadas disponibles en ese gran "rio" que conecta el tiempo con el no tiempo.

A propósito de esto, quiero aclarar una última cuestión antes de relatarles algunos de mis viajes. Sí, sé que lo están esperando, y que por ahora hay mucha teoría y poca chicha, pero créanme que, si no explicara someramente esto, se perdería el lector con toda seguridad, y no acabaría de captar todos los ángulos de las variopintas experiencias.
Ya que tenemos reciente la referencia a ese "rio" que conecta los dos mundos (el eterno y el mortal), y además, hemos hablado de "coordenadas", van a ver como es más sencillo de comprender de lo que les parecerá en un primer vistazo. Piensen en dos ejes: horizontal y vertical*(1), ahora supongan que el punto más al "norte" se corresponde con la frontera, la entrada, al reino de las ideas.*(2)
Hasta ahí no entraña ninguna dificultad su comprensión, pero en el eje "este-oeste" va a ser un pelín más intrincado. 
En este caso es indiferente cual sea la derecha o la izquierda, pues sólo es una torpe metáfora y lo que importa es entender qué cambia, qué "se mueve" en este degradado de, digamos "colores" queriendo decir "mundos efímeros y transitorios". El factor que variaría, entonces; para que me entiendan: el "potenciómetro" que rotaria de "1 a 10", por hacer una más extrema síntesis, se relacionará con los estados anímicos, emocionales, que dominan los "infiernos" y "paraisos" intermedios (en este caso, intermedios entre, pongamos, 1: abulia/10: heroismo, siendo el 3: melancolía, y el 7: antesala de la euforia.)

















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(1) Tan sólo para los más audaces que decidan entrar, de primeras, a jugar en nivel experto, pueden ya tomar en cuenta un tercer eje de profundidad (cerca/lejos) identificado con el pasado y el futuro, pero que a la hora de la verdad, en esos viajes confusos que ponen a prueba la cordura, va a resultar un tanto más críptico y aparentemente caótico -especialmente cuando avancen con referencia al eje vertical.-

(2) Es sencillo entender el eje "arriba/abajo" como más alejado o menos del mundo de los primordiales, pero es ciertamente una tarea imposible intentar transmitir los modos, los tonos, las síntesis y las hibridaciones,.. los mónadas y las tríadas, en que se expresa todo este ascenso metafísico, ni mucho menos avanzar como experimentarán ustedes los sucesivos vértigos, que serán también crecientes, paralelamente a su ascenso meta-cósmico y meta-temporal.

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lunes, 13 de abril de 2015

"¿Héroes fútiles?"

Este es uno de esos libros que dejan un extraño y amargo sabor de boca. No lo he terminado, y de hecho, no creo que lo haga.. Total, ¿para qué? Sería abundar y abundar en lo mismo: el patetismo de las causas perdidas.

He leído otras cosas sobre Durruti, sobre el anarquismo español y la Guerra Civil: Orwell y su revelador testimonio en "Homenaje a Cataluña", o el humanísimo, y tan creíble, "Yo fuí secretario de Durruti", relato autobiográfico de un cura aragonés protegido y empleado por aquel durante el "conflicto incivil". Lecturas, en general, que inspiraron y alumbraron en mi un mar de reflexiones, revisiones, y acercamientos emocionales a aquella convulsa época y a las vidas de las gentes que la hicieron, y a la vez la padecieron.

¿La conclusión que saco? QUE NADA VALE LA PENA.. que este país se merece todo lo que le pase... 
Que entre unos y otros han hecho irrespirable la atmósfera entre los Pirineos y el Golfo de Cadiz, y desde Levante hasta Finisterre.

Una clase alta de bajísima calidad humana, abusadora, arrogante, insensata... ¡barbárica!
Una clase baja arrastrada a las mismas bajezas, y fanatizada como pocas. Pues uno acaba asemejándose, lo quiera o no, a aquellos con quienes se enfrenta; y el fanatismo de unos siempre alimenta el de los otros en un ciclo que, una vez iniciado, sólo puede crecer hasta alcanzar un paroxismo de la sinrazón, como en efecto, finalmente ocurrió.

La otra pregunta obvia es la de "quién fue Durruti": 
¿Fue no más que un pistolero?, ¿un agitador?, ¿un insatisfecho?,....
¿un rebelde?, ¿un idealista?, ¿un soñador?,... 
¿un asesino inmisericorde?, o por contrario, ¿un alma compasiva y honesta? ....

Hay testimonios sobrados que apoyarían la veracidad de todas esas imágenes proyectadas sobre el personaje como retratos dibujados al vuelo -al vuelo de sus agitadas y continuas idas y venidas, pues su vida fue digna de novela de aventuras, como reconoce el autor de la obra.-
Durruti fue todo ello al mismo tiempo. Y probablemente, quizá sea esa una de las pocas cosas que nos enseña este ejercicio de nostalgia: que los personajes históricos siempre son tibias sombras, retratos incompletos de personalidades complejas, agitadas y poliédricas, que rebasan por mucho las reduccionistas concepciones de la historiografía y los mitos modernos.

*
Como conclusión a las notas sobre este libro, cito un fragmento que expresa como pocos ese patetismo del que hablaba al principio:

«(....)Varios regimientos provistos de artillería y armas automáticas se habían apostado en la frontera. Sin el factor sorpresa, y con fuerzas inferiores, nuestro ataque no tenía sentido. Lloramos de rabia, de cólera y de vergüenza, porque debíamos regresar como vencidos sin haber entrado en batalla. Ascaso estaba entre nosotros. Durruti había ido con el grupo que cruzó la frontera en Vera. Jover participó en el ataque en Barcelona.
Había sido una tentativa inútil e ingenua. Pero digan lo que digan, merece respeto. Hay gente que se ríe de nosotros y nos considera políticamente fracasados; esto afirman incluso algunos que se llaman anarquistas. En realidad nuestra empresa fue sólo un descalabro. Ya hemos sufrido muchos descalabros. Ésta no es ninguna razón para oscurecer la memoria de los caídos ni desprestigiar la conducta de los compañeros que esperan el juicio en Pamplona. Otros, como Ascaso, Durruti y Jover, proseguirán la lucha.»


No, en efecto, los incontables descalabros no son motivo para oscurecer ni desprestigiar a nada ni a nadie. Ahora, yo me cuestiono si es, por contrario, motivo  para ensalzar, aplaudir, o celebrar algo. Y no creo que sea una pregunta, ésta, que se pueda soslayar sin más.

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martes, 7 de abril de 2015

"Clasismos".

Clasista es aquel que divide a la gente en clases.
                                                                                                                      ~
El término "clasismo" se ha ido tornando, en las últimas décadas, un concepto vacío, por lo menos en Occidente.
Pero si aquel ha perdido contenido, la realidad tras el sustantivo -que no el adjetivo-"burgués", ha devenido, sin más, pura superstición..  

Sí que es cierto que hubo clases y estamentos..
..pero eso fue en el pasado. 
Hoy, la única división real y operativa es «oligarquía/masa informe». 

Ya no hay más «burguesía y proletariado». 
     Parece evidente que, al menos en los países llamados "desarrollados", existe tal diversidad de "clases", según profesión, estudios, ingresos... y un sinfín de variables, que resultaría una tarea titánica, aparte de absurda, empeñarse en establecer alguna suerte de categorías (y desde luego que sólo podría obedecer a un terco doctrinarismo.)
.....................

¿No vemos el absurdo del que participan quienes aún insisten en hablar de "lucha de clases"?
¡Son unos fariseos, unos teólogos, con la visión torcida tan propia del teólogo!, como diría el maestro.. 

(Las palabras ya significan, nada más y nada menos, que lo que a cada 
uno le dé la gana que signifiquen, la arbitrariedad está servida.)
¡Sólo buscan hacer bandos, y mandarlos a degollarse los unos a los otros!

¡Fariseos, celosos cultivadores de nuestros más bajos impulsos!
¡Ni vosotros podéis creer en tan torpes tergiversaciones! 

¡Le decís al tendero y al plomero, al abogado y al profesor, que es "uno de los vuestros", aun cuando hace buen dinero y vive más holgadamente que algunos "burgueses" hasta el cuello de deudas! 
¡Le decís, por contrario, al empresario con sueldos a su cargo y que no llega a fin de mes, que es un explotador y un enemigo de clase! 
¡Al que vive como dios, pero en un barrio humilde, le animáis a que, encima, se indigne con la suerte que le ha tocado, y "exija justicia"! 
¡Al que trabaja todo el puto día, pero tiene mejor coche y casa que el otro, tan sólo la mirada por encima del hombro y el punto de mira secretamente imaginado sobre su cabeza!

¡Clasista es aquel que divide a la gente en clases! 
¡Quién sólo sabe hablar de lucha de clases, 
ya sabemos de qué pie cojea, y qué deseos alberga!

¡Dejad de escarbar en nuestras infra-pasiones para incendiar las calles, y calmar vuestra frustración, vuestro hambre de conflicto!

¡No le busquemos ya más pies al gato

¡Dadnos una explicación convincente de ese empeño en ver divisiones donde sólo hay una sana y libre diversidad, y si no, callaos!

No, no... ¡No os solivianteis, esperad un momento antes de poner mi cabeza en una pica!

Creía que os preciabais de ser personas racionales... ¿No me vais a satisfacer siquiera en una pregunta que considero pertinente en este asunto?

Decidme, pues, lo siguiente.. Aclarad mi duda: 
¿Cual es el baremo para medir esto de la división social? 
-porque imagino que no es puramente arbitrario, no?- 
¿Es el sueldo, o son las horas trabajadas por día? ¿O quizá es el tipo de trabajo 
(si es manual o intelectual)? 
¿Tiene alguna infuencia el dinero con que cuenta la familia del sujeto, aparte de lo que el cobre por su trabajo actualmente? ¿Las casas, coches, bienes que ha heredado, o dejado de heredar? .. ¿Si se ha preocupado de ahorrar más que otros?....
(Toda licencia es disculpada cuando es "por una buena causa", 
la propaganda se cree legitimada para deformar las realidades 
hasta que se asemejen a sus visiones torcidas.) 
¡Decidme, decidme! ...

Ya, es algo más sutil, ¿verdad? Es algo inasible que sólo podéis ver los iniciados en la cienciología histórica materialista... Perfecto, es todo lo que quería saber.

Sed buenos, y no cortéis hoy demasiadas cabezas.. 
..dejad alguna que otra para que luego quede alguien para auparos como "héroes del pueblo".

lunes, 6 de abril de 2015

"Los síntomas y los males"

Hoy debemos enfrentarnos a una pregunta clave:

¿Debemos ayudar a los "desequilibrados" o, más bien, deberíamos aprender algo de su desequilibrio?

¿Debemos curar la insatisfacción o, por el contrario, indagar en sus motivos más profundos?


¿Es más ético tratar de arraigar al desarraigado, o permitir que su desgarro individual y patente ayude a tomar conciencia de nuestro desgarro colectivo, más sublimado, o reprimido?














Todas esas formas genuinas de respuesta violenta a la sociedad actual: 
Los "rumbos extraviados", los descreimientos profundos, las crisis personales de todo tipo, las situaciones de marginación voluntaria, de declarado desprecio y oposición a la vida moderna, no deben intentarse corregir; más bien, debiera permitirse que se desarrollen plenamente, de modo que sirvan de testimonio vital, de termómetro de nuestra época.
Pues el único fin efectivo de apaciguar o remediar estos "males", aunque no tengamos el valor de reconocerlo, es conservar intacto el modelo de vida que provoca la manifestación de esos síntomas. Por tanto, hacerlo no supone otra cosa que un suicidio inconsciente, una huida cobarde hacia delante.

¡Exacto!... ¡Síntomas, y no males en sí mismos!
¡He ahí la clave! Y he ahí el porqué debiéramos, más que buscar remediarlos, 
alentar que broten por doquier. 
............
¿De qué otro modo podemos diagnosticar, con mayor acierto, la enfermedad que padecemos?
...........
Sí, podemos prestar apoyo HOY a su angustia, pero con esa acción, por sí sola, estaríamos favoreciendo el que este régimen de cosas se perpetúe, 
estaríamos insuflándole vida con cada parche que ponemos sobre cada uno de los síntomas, mientras estos no paran de multiplicarse.


¿Es ético, entonces, socorrer al enfrentado con el mundo, y consigo mismo, 
y reintegrarle en la "normalidad" enferma de la que se ha desprendido, 
como gota que rebasa el vaso?

¿Es, de verdad, lo más "humanitario" apaciguar el dolor de quienes expresan antes que los demás las contradicciones de nuestra civilización, de nuestro tiempo?
Si lo ético, o lo "humanitario", se identifica con el bien de todos, o de la mayoría, evidente es que no hay nada de compasivo en ello, sino mucho de cruel, despótico, e insensato.

¡Alegrémonos de que surjan por doquier los síntomas de la desintegración, pues son el signo de que este error en que vivimos toca a su fin!


Es la mejor situación que podemos desear, porque de lo contrario, nada nos indicaría el error, nada nos alejaría de la manera de existencia que provoca tales desarmonías.

¡Celebremos que crezcan las legiones de almas atormentadas, pues sus alaridos nos alertan del tormento que en todas nuestras almas ya germina!


Ellas son la visión, a modo de presagio, del destino que a todos nos aguarda, 
aunque sea con desigual prontitud, y distinta cualidad, en cada caso.
No son las existencias desgarradas, pues, sólo un problema de aquellos que las manifiestan, 
sino que constituyen una suerte de "élite del malestar", 
una "vanguardia del sinsentido existencial" en toda su apoteósis; 
esto es, son las maestras de las ineludibles legiones de almas torturadas que se irán sumando, exponenciálmente, a aquellas "pioneras" que nos mostraron el camino.. 
..amargo camino, sí, pero inevitable, por mas que pataleemos 
o nos refugiemos en un optimismo ciego y pueril.