Filosofía, Metapolítica, Aforismo, Poesía.

sábado, 11 de octubre de 2014

"LOS RENCOROSOS (LOS CULTIVADORES DE MALAS CONCIENCIAS): 2ª parte"


Reproduzco aquí el fragmento de aquella primera parte que me ha llevado, más que otros, a redactar esta segunda:

Nunca obtendremos pensamiento constructivo, que tienda al bien común,                                    de aquellos poseídos por el rencor.  
Sí podrán elaborar perspectivas aleccionadoras miembros de diversas minorías. No vayan a pensar que abogo por desconfiar por principio de toda opinión procedente de cualesquiera de ellas. 
Pero óiganme, las cosas claras y el chocolate espeso: No seamos mojigatos y digamos las cosas de cara.. ¡El resentido sólo busca revancha! .....  
Puedes ser de cualquier tipo de minoría, puedes aspirar a mejorar tu situación, y seguro que muchos compartirán tus inquietudes, pero si lo que te mueve es la envidia y el rencor, no engendrarás nada de provecho, sólo...tan sólo, ODIO. ......
Yo mismo podría construir todas mis ideas sobre mis fracasos y mis incapacidades en esto y en aquello, ¿PERO SERÍA HONESTO? Más aún ¿PODRÍA VIVIR CON ELLO? 
Ciertamente me produciría un insoportable desprecio por mi persona.

Yo decía esto último porque me lo veía venir, pero más que por una intuición, por pura deducción, pues en la larga lista de minorías que iban a convertirse en centro del debate sobre la pregonada y reverenciada igualdad (uno de los nuevos diez mandamientos de estas sociedades "tan laicas, tan avanzadas, y tan libres") SÓLO QUEDABA LA MÍA, o una de las que podría considerar mías, porque en esto funciona el ser muy cuco, y adherirse a, o identificarse con, una u otra. (Igual podría también optar a formar parte de los discapacitados porque "ando raro".)


Pues sí, según los parámetros actuales de la psiquiatría, pertenezco al grupo de los neuróticos (por momentos, agudo) y me he especializado, por lo visto, en la versión obsesivo-compulsiva y bipolar. Y yo, respondo al lema de este anuncio con un rotundo: ¡No, no estoy capacitado, "como todos los demás", para "llevar una vida normal"! ¡No soy ""IGUAL""! (Todo, por supuesto, más que entrecomillado, porque necesitaríamos de otro texto sólo para analizar la idea de "normalidad") ¡Y si yo digo esto, ni me imagino lo que dirá alguien que padezca esquizofrenia y muestre pareja honestidad!

Y también fui un resentido, un auténtico profesional del revanchismo, durante gran parte de mi vida. Por eso puedo dar testimonio de como se ve el mundo a través de los ojos de UN RENCOROSO.

Tampoco entiendan con esto que considero resentidos, por norma, a todos los que "reclaman derechos" (otra expresión que, de tanto abusar de ella, se ha convertido en lugar común de modistilla* y poco más.) Pero sería de un excesivo buenismo, o cobardía, negar que el resentimiento, la envidia, el revanchismo, es el motor detrás de muchas "reclamaciones de derechos", y no sólo de las minorías, sino también de mayorías donde esa sensibilidad (o mejor, esa patología) tiene gran presencia.

*Seguro que por esta expresión me acusan de machista, y confieso que, instintivamente, he pensado de inmediato en poner "de modistilla y jornalero", pero en ese caso me hubieran acusado de clasista, o quizá hasta de las dos cosas. No merece la pena esforzarnos, en cualquier caso, la corrección política está reñida con la claridad y la concisión.

Ahora, pues, ¿tendré que rescatar y poner en funcionamiento todo mi antiguo rencor, toda mi inmadurez y todo mi victimismo?, y levantar la bandera, decir: "¡Este es mi clan de desposeídos!" ... "¡Este es mi club de querellantes! ... de entre todo el catálogo de minorías oprimidas, está es la que mejor expresa todo mi rencor acumulado durante años!"


















¡Oh, y podré dar rienda suelta a todos mis sueños de venganza, y calificar de "neurofóbicos" a todos los que me han tratado mal en la vida! ......
¡Ya me estoy frotando las manos! ¡La de pequeñas venganzas que podré llevar a cabo, y vivir del cuento gracias a indemnizaciones, subvenciones, y leyes de discriminación positiva!! ....
¡De verdad que me está tentando!

Pero dejando ya el sarcasmo a un lado, doy gracias a esa madurez que he alcanzado en ese aspecto, para no caer en esas tentaciones. Porque no todos están igual de prevenidos, hay mucha miseria en el corazón de la gente (y las malas lenguas dicen que, en este país, especialmente) Hay mucho rencor, cultivado con ahínco, y usado como arma política cuando al poderoso de turno le conviene. Y muchos incautos que caen en la trampa de ser instrumentalizados, ellos y su miseria, su sombra, como la llamaría Jung, y lanzados unos contra otros para que se despellejen (y por supuesto, para que mientras tanto, no atiendan a sus verdaderos problemas, causados muchos de ellos por esos azuzadores profesionales, "agentes sociales" subvencionados, y el resto de encantadores de serpientes -nunca mejor dicho, siendo que el comportamiento que tan eficazmente potencian en nosotros es el de la víbora!)

*

Decidan si quieren seguir cultivando el rencor, o dejando que otros se dediquen profesionalmente a cultivarlo en ustedes. Decidan si prefieren guiarse por la envidia e ir por el mundo reclamando que les "resarzan por tantas injusticias de que han sido víctimas" o si juzgan más constructivo aceptar la propia suerte, las propias limitaciones, y colaborar con sus vecinos y conciudadanos de una manera en que cada uno aporte lo mejor de sí sin mirar quien es más y quién es menos.

Decidan ahora si van a bajar de las nubes, a abandonar los pueriles sueños del "Imagine" y el Verano del Amor, a curarse de esa neurosis (en este caso, social y cultural) y a afrontar este Valle de lágrimas al fin con madurez, con  humildad, y con realismo.

Decídanlo pronto, porque antes o después, ya se lo aviso, se van a dar cuenta de lo siguiente:

¡No podemos ser jamás, todos, iguales!

¡Lo siento, el hechizo se ha esfumado, despierten! ¡La igualdad es una quimera, un nuevo reino de los cielos! ¡Una patraña, una estafa propia de trileros de tres al cuarto!

*

Yo, como ya dije antes, y haciendo gala de esa humildad y ese realismo, reconozco que soy más incapaz que otros en muchas tareas de la vida, pero también habrá otros menos capaces que yo en otras, aunque quizá sean menos "prácticas".






..... ¿Cual es el problema pues?

.... ¡No hay nadie igual a nadie!


Por tanto, centrémonos en mejorar las condiciones de todos, en la medida de lo posible, pero por favor...

¡Dejemos de buscar el Mundo de las Ideas en La Caverna!
*****



2 comentarios:

  1. Ay sabio Raúl...

    Muy bien dicho.

    Hay mucho rencor, cultivado con ahínco, y usado como arma política cuando al poderoso de turno le conviene. Y muchos incautos que caen en la trampa de ser instrumentalizados, ellos y su miseria, su sombra, como la llamaría Jung, y lanzados unos contra otros para que se despellejen (y por supuesto, para que mientras tanto, no atiendan a sus verdaderos problemas, causados muchos de ellos por esos azuzadores profesionales, "agentes sociales" subvencionados, y el resto de encantadores de serpientes -nunca mejor dicho, siendo que el comportamiento que tan eficazmente potencian en nosotros es el de la víbora!)

    Por cierto, muchas gracias por tu comentario en mi texto sobre el victimismo.

    Sigue escribiendo con el entusiasmo que siempre pones, con toda esa energía.

    Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Daniel.
    Y te digo lo mismo, puesto que a tus textos no les falta precisamente entusiasmo y energía.

    ResponderEliminar