Filosofía, Metapolítica, Aforismo, Poesía.

viernes, 21 de marzo de 2014

TERRORISMO METAPOLÍTICO IV: Aclaraciones, confesiones, y propósito de enmienda.


He considerado necesario, antes de redactar el próximo capítulo de este ensayo, esta vez inspirado por las enseñanzas del mejor pensamiento anarquista, realizar un ejercicio de honestidad, de desnudez intelectual y moral, con la excusa de mi último escrito, dedicado a la figura de Adolf Hitler. En este escrito, debo confesar ahora, en honor a este propósito de brutal sinceridad, que no fue azaroso el comenzar por las duras críticas a "Mein Kampf" antes de subrayar lo que de provechoso hay en esta obra, y es que bien es sabido que en esta sociedad polarizada y atestada de "demonios"  e "imperdonables herejías", uno no puede cultivar la virtud de la sensatez -frente a los diversos maniqueísmos, lineas rojas y temas vetados- sin levantar las suspicacias de estos o los de más allá, de tal modo que cualquier palabra dicha con el objetivo de enriquecer el debate y "des-puerilizar" el discurso político dominante es vista por estas, como digo, pueriles, inmaduras mentalidades, como una suerte de estrategia para "venderles la moto", o una secreta e inconfesable voluntad de ir "envenenando las mentes con ideas peligrosas" y así "captarles poco a poco para una oscura causa" (Esto no me deja de resultar risible, a la par que enormemente frustrante.)

¿Cual es mi confesión pues, a fin de cuentas? -Antes de que me vaya demasiado por las ramas- Pues ya la habrán adivinado los más avezados: La confesión que debo hacerles es que, sí me apresuré a expresar todo lo gratuito o deleznable que hay en el pensamiento de la figura más demonizada de la Historia, es justamente por eso, por ser "EL DEMONIO" de quién hablaba, y por tanto, movido por la secreta esperanza de "SALVAR MI BUEN NOMBRE", cosa de la que solo ahora, a posteriori, me percato de su completa futilidad; bien sabemos a estas alturas que, por mucho que nos esforcemos en contentar a todos o alejar sospechas de nuestra persona, NUNCA CONTENTAREMOS A TODOS, y mucho menos.. ¡ESTAREMOS NUNCA A SALVO DE LAS SOSPECHAS!

Yo sé bien que, aún curándome en salud con esos severos cuestionamiéntos hacia la doctrina Nacional-Socialista -que no creo haga falta aclarar que reflejan en efecto mi opinión- en muchos de los que leyeron citado texto se despertaron sospechas sobre "mi inconfesable intencionalidad subyacente." Así que, como digo - Y valga como regla de oro para futuros polemistas- de nada sirve hacer meditados esfuerzos por delimitar la postura concreta de uno.. ¡Que los lectores sectarios e irreflexivos siempre encontraran motivos para desconfiar! Y mucho menos aún merece nuestro esfuerzo sacrificar el esqueleto del discurso por razones tan miserables como alejar de nosotros la sombra de la calumnia.
                 

El ciudadano medio, incluso aquel provisto de cierto nivel intelectual, aún no es capaz de asimilar que alguien pueda estar por encima de los sectarismos ideológicos, que sea posible congeniar con parte de un argumentário y no ver fundamento en el resto del mismo, que se puedan observar percepciones valiosas en las doctrinas "del enemigo" sin suscribir por ello dicha doctrina por entero o, lo que más terror nos causa en el fondo:

¡Que una mente libre y rebelde pueda poner en jaque la engañosa y en gran parte arbitraria división en bandos irreconciliables! ....


...QUE ES LÍCITO, Y ADEMÁS NECESARIO, "VIAJAR" POR EL ESPECTRO POLÍTICO EN BUSCA DE ERRORES Y ACIERTOS DE UNOS Y OTROS, SIN MEDIAR EN ELLO NINGUNA AUTO-CENSURA O COMPLEJO PEQUEÑO-BURGUÉS (Y escojo aquí una expresión del vocabulario marxista -no creo sea necesario ya explicar: No porque este sea mi credo- sino porque me parece un buen sinónimo de pusilánime y acomodaticio.)




No hay comentarios:

Publicar un comentario