
Es a partir de ciertas "heterodóxias" como la mostrada en las imágenes que podemos ir "tirando del hilo" y mostrar a los "ortodoxos culo prieto" como los temas son transversales y hay muchas más confluencias de las que solemos pensar entre idearios en apariencia irreconciliables.
En este caso (Ya que lo hemos tomado como ejemplo, "tiremos del hilo" pues) Los reclamos nos parecen algo heterodoxos porque asociamos anarquismo a desaliño, drogadicción y antros mugrientos, y esto no es sino otra muestra de la degradación de los conceptos en la cultura popular, puesto que el antiguo, el "verdadero" anarquismo, poco a nada tenia que ver con este estereotipo y menos aún con la apología de la poli-tóxicomania de ciertos elementos anarcoides. Y al igual que en el pensamiento libertario SERIO siempre ha habido una genuina preocupación por la liberación y el bienestar de mente y cuerpo -así como el retorno a la Naturaleza y el Ecologismo- todas estas cuestiones fueron también caballo de batalla de los fascismos ¡Sí, los fascismos! Así como la búsqueda de una lógica natural, esto es, de una base biológica de la organización social, como inspiración de una comunidad armónica ideal, que, tirando algo más del hilo, entroncaría también, lógicamente, con el conservadurismo - Entiéndase, el auténtico, el que no vende los pantalones al Capitalismo! -
Cabría hacer mención por último lugar de "heterodóxias" como las del Nacional-Comunismo de Verstrynge, que vincula a su oposición al capitalismo, la grave problemática de la inmigración masiva como desestabilizador social, cebándose especialmente en la clase obrera ("Heterodóxia", por cierto, que guarda mayor coherencia con el ideario socialista y emancipador que la ortodoxa visión multiculturalista de la izquierda de hoy.) Y así mismo, la "audácia" del anarquista Georges Sorel, que tras analizar la superestructura de la clase dominante, advierte que en su seno existe una "super-clase" que monopoliza los grandes capitales, y que no es otra que la élite judía. (¿Pero eso no era una "manía" del fundamentalismo católico, una "obsesión doctrinaria" del Nazismo?)

Estaríamos pues.. Cerrando el cajón de un tema a sabiendas de su importancia.
¿Realmente es sensato?
Si empezamos a verlo de esta manera, y escarbamos un poco más allá de la superficie, es cuando empezamos por fín a entender la futilidad, en gran parte, de "jugar en bandos enfrentados".
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Pero estas no son, ni muchos menos, las únicas contradicciones que afectan a la izquierda de hoy.
¿Y por qué tanta insistencia en deconstruir la izquierda? Se preguntarán ustedes.. Con cierta suspicacia sobre mis "verdaderas intenciones".
En realidad, no es que quiera criticar únicamente a la izquierda, si insisto más sobre ella es porqué yo mismo estuve dentro de ese espectro y, sobre todo, porque se supone que es esta la que "combate el sistema"; y son justo estas contradicciones que señalo las que desinflan su potencial regenerador.
Todas las incoherencias pues tienen que ver con el origen anti-capitalista y anti-hegemónico de este pensamiento. Veamos por ejemplo la controvertida cuestión del aborto: Sabemos que la inmensa mayoría de la izquierda de las últimas décadas reclama el aborto libre como "un derecho inalienable de la mujer", y que cualquier postura que no suscriba esto enteramente es "retrógada" y "de fachas", si alguien aboga por prohibirlo en toda su extensión, es peor que Hitler, Gargamel y la bruja de Blancanieves juntos! Y si alguien acepta algunos supuestos bajo los que debería permitirse, será visto como una especie de "derechón moderado" o "progresista cobarde", ¡El solo hecho de nombrar supuestos es ya un atentado contra uno de los dogmas inamovibles del progresismo actual!
Pero pasemos pues a analizar todos los actores que toman parte en esta compleja cuestión, y para ello, partamos del doble rasero que parece usar la izquierda para analizar "la influencia del Sistema" y el "discurso hegemónico": ¿No se han dado cuenta ustedes de que cuando los "anti-sistema" hablan de los males del liberalismo, tales como la mercantilización, la hegemonía de los medios o el consumismo, nadie duda del impacto crucial que todo esto tiene en la sociedad, pero que sin embargo, cuando se habla de las inercias sociales que llevan a "normalizar" o "desdramatizar" el aborto niegan tajántemente la mayor? ¿Como es pues que unas tendencias sociales están claramente dirigidas y otras no? La metáfora perfecta sería la de alguien que agudiza mucho la vista para observar ciertas cosas y se venda los ojos frente a otras.

Lo mismo ocurre con la llamada ideología de género, el discurso "radical" y "revolucionario"apunta a que tanto el sexo como la orientación sexual son meros constructos culturales, e incluso en algunos casos, que el hecho de que la heterosexualidad sea mayoritaria responde tan solo a que es "lo bien visto". Curioso.. Ciertamente curioso, cuando estos mismos ideólogos niegan de nuevo la mayor si se les sugiere que las tendencias no heterosexuales pueden ser reforzadas mediante la propaganda.
Respecto al aborto, la izquierda no quiere oír nada que se salga de la defensa de su legitimación sin ambages, como dijo la ilustre Cristina Almeida como colofón a un debate televisivo, "A mi me da igual que digan esto o lo otro, no quiero oir más, cualquier cosa que no sea defender este inalienable derecho de la mujer no me interesa". Cristina Almeida evidencia lo peor de la izquierda en este ámbito, ella no quiere oir argumentos, ella solo quiere defender al modo talibán su doctrina ... Y ya está demasiado mayor para plantearse ninguna revisión de conceptos porque requiere de un sobre-esfuerzo neuronal que, la verdad, da bastante pereza.

Por tanto, al afrontar cuestiones tan poliédricas y delicadas como esta, o la de la "liberación sexual" a la que antes aludía sucintamente, es preciso desde ya operar desde la más pura racionalidad y apartar de una maldita vez los catecismos ideológicos grabados a fuego.. Que nos impiden observar todas las dimensiones del fenómeno.
Y volvamos, ya que nos centramos en lo sexual y reproductivo, a la ideología de género y la liberación sexual: Al igual que antes señalaba el doble rasero que se usa para analizar el capitalismo y la propaganda sistémica según se trate de unas cuestiones o de otras, cabría ampliar esta contradicción no solo a la heterosexualidad y las diferencias entre hombres y mujeres, sino a toda la idea de la "liberación sexual", aquí ocurre lo mismo solo que, si cabe, de manera más sangrante, puesto que "la progresía" también obvia que los "perversos medios de comunicación hegemónicos" puedan ser perversos no solo en su promoción y reforzamiento del discurso liberal dominante, sino tambien en su deliberada pretensión de hiper-sexualizar a la sociedad, con objetivos bien obvios como ahogar la rebeldia con hedonismo o hacer caja con innumerables productos orientados a esto.

Buenérrimo, felicidades. Creo que ahora sí estás encontrando tu voz. Las ideas, muchísimo mejor hiladas que en otros textos. Y totalmente de acuerdo con lo que dices.
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