Filosofía, Metapolítica, Aforismo, Poesía.

miércoles, 2 de julio de 2014

PROMETEO (2ª parte)

"Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender. Es el deporte y el lujo
específico del intelectual. Por eso su gesto gremial consiste en mirar al mundo
con los ojos dilatados por la extrañeza. Todo en el mundo es extraño y es
maravilloso para unas pupilas bien abiertas. Esto, maravillarse, es la delicia
vedada al futbolista, y que, en cambio, lleva al intelectual por el mundo en
perpetua embriaguez de visionario. Su atributo son los ojos en pasmo. 
Por esolos antiguos dieron a Minerva la lechuza, el pájaro 
con los ojos siempre deslumbrados."

(Ortega, ´La rebelión de las masas`)


*
Yo no me considero un intelectual, pero sí -modestamente- un pensador, y como tal me siento interpelado, me veo plenamente reflejado en este retrato. 

Me habla de tomar el papel del "extraño", del curioso, del que toma distancia, pero más que como una decisión, como una condición de la que, queramos o no, no podemos escapar.

No hemos elegido ser "extraños" u "observadores distantes". 
La Naturaleza, o la Providencia, nos ha hecho así. Ese constante interrogarse, ese insaciable inconformismo, esa rebeldía.. prometéica.. luciférica.. sin la cual, los "tocados" por ese don/maldición no sólo no seríamos nosotros, sino sencillamente: 
NO SERÍAMOS.

(No tendríamos "razón de ser")

*
La más clara esencia del Hombre es esa, 
la representada en el mito de Prometeo,
como ya adelanté en la parte previa. 
 ... El "ir más allá", el no conocer el siguiente paso 
pero avanzar casi con ciega determinación hacia él 
es lo que mejor define a este "no-animal" 
-"más que un animal y menos que un dios"-. 


De hecho, me hallo ahora plenamente convencido de que la principal "función evolutiva" de formarnos el concepto de dios fue justamente tener una referencia "por arriba" que complementara a la referencia "por abajo" que es el animal, y así, visualizar un último horizonte en esta perpetua superación y alejamiento de nuestra animalidad.

Esto no implica necesariamente una negación de una divinidad 
(o varias) con existencia objetiva. 

Que nosotros atisbemos un "algo superior" no niega, pero tampoco afirma, la realidad efectiva de ese algo.

*

La mente es un misterio. Uno de los famosos principios herméticos de Hermes Trimegisto decía que "todo es mente", el Universo,  lo que nos rodea, ¡todo!..  ¡MENTE!

La conciencia es otro misterio insondable, y me atrevo a asegurar que nunca dejará de serlo.

Por eso el ser humano es un animal...ente.. 
al que lo que mejor define
es la indefinición.


Y por eso: la angustia existencial, las contradicciones que muchas veces pueden con nosotros.

Las potencialidades, todas las posibilidades, que de tan cuantiosas, con demasiada frecuencia nos anulan 


Y por eso: el abismo.. la negrura insondable a la que a menudo nos asomamos, y la insoportable fragilidad que tantas veces está a punto de quebrarnos en dos.
*




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