Filosofía, Metapolítica, Aforismo, Poesía.

lunes, 28 de julio de 2014

SOBRE LOS MICRO-CONFLICTOS. (El entendimiento como primera urgencia)





Vivimos en la era del miedo, del todos contra todos, una era en que lo que prima es el enfrentamiento y el dedo acusatorio. Es una atmósfera irrespirable, la culpa, la victimización y el moralismo sobre-dimensionado no dejan lugar al raciocinio y la sana moderación. Nuestros gobernantes e "ingenieros sociales" no desean, de ningún modo, que seamos más felices, ni más equilibrados; no pretenden lograr la armonía sino justo lo contrario. (Y si la pretenden, desde luego están errando el tiro catastróficamente.)


¿De verdad existe una "ideología heterosexual
opresora de otras sexualidades", o es tan sencillo
como que hay una sexualidad naturalmente
mayoritaria, y otras naturalmente minoritarias?
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En otro tiempo, tanto la izquierda como la derecha apelaban a valores comunitarios. Pero en nuestra época, ambas tienden más y más a promover valores individualistas. Nuestras sociedades están cada vez más atomizadas, han devenido en un caos de micro-enfrentamientos grupales (mujeres contra hombres, inmigrantes contra autóctonos, homosexuales contra heterosexuales, negros contra blancos, indígenas contra descendientes de europeos, y un largo etcétera) Parece que hoy sólo hay exigencias particulares pero raramente se habla de lo que cada uno puede aportar al conjunto. No estoy diciendo con esto que no haya habido motivos para reivindicaciones muy variadas, por supuesto que los hay -o al menos los hubo- pero donde quiero poner el foco ahora es en el "mapa general" que nos deja esto. Si nos encerramos en nuestras reivindicaciones particulares como el caracol en su concha y además, radicalizamos cada vez más nuestro discurso, esto sólo nos puede llevar a la crispación generalizada, y en definitiva, al no-entendimiento. Por todo esto parece evidente que los que azuzan de uno u otro modo estos enfrentamientos sólo buscan en realidad dividirnos, y teniendo en cuenta que esta estrategia es "más vieja que la tana", no creo que sea "buscarle los tres pies al gato" -como piensan los que se sonríen burlonamente al oir el término "ingeniería social"- sino que, más bien, es constatar una evidencia cada día más sangrante.


De esto también habla mi admirado Alain De Benoist, él se refiere a estos enfrentamientos como "micro-conflictos", que a diferencia de los macro-conflictos de antaño -de clases, de naciones, de religiones- se dan dentro de un mismo estrato social, dentro de una misma nación, Y DENTRO DE UNA MISMA FAMILIA. Y en esto, como en otras muchas cosas, el "pope" de la Nouvelle École nos consigue explicar lo que yo ya vislumbraba pero no sabía expresar con esa claridad: La atomización de los enfrentamientos sociales sólo puede beneficiar a los que temen la unidad de esas mismas sociedades, esto es, a quienes detentan el poder con mayúsculas, que no son ni los Pueblos europeos, ni los heterosexuales, ni el "Patriarcado". El introduce también el concepto de "caos controlado", que consistiría en un manejo de estos micro-conflictos por parte del poder (privado o público, da igual, en cualquier caso: la oligarquía) en orden a dividir y reinar, por supuesto, pero también a poseer herramientas para introducir aquí y allá sinergias beneficiosas para cualesquiera que sean sus planes en un determinado momento.


*

Errarán fatalmente, pues, todos aquellos que, desde las izquierdas o las derechas, pretendan "enderezar nuestras sociedades" sin estar prevenidos de las contradicciones crecientes que arrastran.



Errarán también quienes pasen de largo sobre otra de las cuestiones urgentes que afectan al mundo moderno: el materialismo que ya es hegemónico desde hace siglos, y del que son complices por igual izquierdas y derechas (de nuevo). 

De un tiempo a esta parte hemos basado nuestra felicidad en los bienes materiales, insisto: igual liberales que socialistas -a excepción de Hugo Chavez, que bien por instinto o por diagnóstico a pie de campo, vió pronto la importancia que tiene la dimensión espiritual del hombre- 

Vemos como este materialismo se revela cada vez más anti-humanista, pues desprende al Hombre de lo que le fué consustancial durante milenios y milenios.

Es cierto que la derecha conservadora y católica no ha dejado de apelar a lo espiritual. El problema en este caso es si la "espiritualidad" que promueven es tan, o más perniciosa que el materialismo que combaten (No sé si peco de ideologicismo aquí, pero considero las religiones monoteistas como uno de los más desastrosos inventos de la humanidad, por su fanatismo, su hiper-moralismo y su anti-prometeismo, que deja al Hombre en una posición muy difícil de conciliar con su más pura esencia, justamente la superación prometéica.) Admito, no obstante, que estas religiones no son siempre y en todos los casos perniciosas, sé que existen personas a las que han ayudado a "hacer más soportable la existencia", y por tanto no soy tan tajante, o intolerante, cuando se trata de la realidad concreta de cada individuo, aunque sí lo sea a nivel teórico o filosófico.

Son por tanto estas dos problemáticas las que, humildemente, considero cruciales en los debates ideologicos, políticos y sociológicos que se darán en nuestro futuro inmediato.


¿Y por qué no también "más razón al abordar lo racial"?



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