Filosofía, Metapolítica, Aforismo, Poesía.

lunes, 29 de septiembre de 2014

"LIBERTARIOS, HISTERISMOS.. LUCES, Y SOMBRAS."




Dos de los foristas con los que debato habitualmente en mi grupo de fb van a celebrar el librito que me he leído esta tarde. Pero también lo van a celebrar sus "enemigos ideológicos", puesto que ahora puedo discutir sus tesis con más conocimiento de causa.

El libelo en cuestión es el "Manifiesto Neo-Libertario" de Edward Konkin III
Diré que, después de leerlo, me siguen llamando la atención ciertas peculiaridades de este pensamiento (anarco-capitalismo). En primer lugar, el reiterado hasta el hartazgo principio de no agresión (NAP) que, cuando te paras a pensarlo, tiene una dimensión bastante ridícula, y a mi, particularmente, me hace recordar aquel hit ochentero del "Can´t touch me"..  Al final, o en el fondo, tiende a cierto histerismo..

 -"¡Me agredes, me agredes!"- Ja, Ja, Ja, Ja!! 

Esto se halla, obviamente, vinculado el otro eje central, que es el individualismo, y del que convendría resaltar algo que dice Alain de Benoist, en lo que yo también aprecio fundamento, y que no será del agrado de los liberales. El pensador de la Nouvelle Ecole llega a la conclusión de que este individualismo tiene una raíz en el concepto de "salvación individual" cristiana. De ahí que el Calvinismo, que hizo especial hincapié sobre esta idea, hiciera tan buenas migas con el Liberalismo.

[Nota: Por lo visto, dentro de esta escuela, los más LOCOS son los randyanos. Se ve que, entre estos últimos, hay un tal Gary Greenberg que defiende dispararle a un niño que intenta robar golosinas. Esto, sea con más o menos dosis de provocación o "enfanterriblismo", evidencia en cualquier modo una sacralización de la propiedad que a menudo deviene patológica.]


Pero no me quedaré sólo en las críticas -justas críticas, según yo lo aprecio- sino que, en mi firme vocación objetivista, debo reconocerle no pocos méritos a este manifiesto. (Quiero huir del papel de "mercenario de las ideas" que sólo busca "desmontar el discurso del enemigo", papel enormemente extendido, pero no por ello menos deshonesto, y del que algún día deberían empezar a avergonzarse tantos y tantos que siguen ejercitándolo sin el menor pudor) Entre esos méritos, pues, cabría destacar una muy certera descripción de los mecanismos de la economía sumergida, y de como se enfrenta, o incluso derrota, al Estado (resulta de especial valor la división entre mercado negro, gris y rojo*) ; y en la misma línea, un acercamiento envidiáblemente claro y conciso a los mecanismos de presión sobre el ente estatal, y a las posibles respuestas y contra-respuestas de los opositores libertarios.

*Según las categorías que establece Konkin, el mercado negro sería el que ya todos conocemos, el gris el que se mueve en la alegalidad y los llamados delitos de cuello blanco, y el rojo se referiría al controlado por mafias, que con gran acierto, las considera "el Estado dentro del mercado negro", ciertamente, un trasunto de este allá donde la ley no llega.

Quizá el valor más imperecedero de este texto es la forma en que sabe transmitir la "esencia del modelo de vida anarquista", y que además, de algún modo se eleva por encima de la división pro o anti-mercado. No sabría explicar como logra tal superación, pero ciertamente lo consigue, a través de imágenes que saben alcanzar los rincones más profundos de nuestra capacidad de abstracción.

Pero volvamos a las críticas, porque en sus conclusiones, el autor nos llega a decir,  que en la sociedad que propugna NO HABRÁ GUERRAS - Y ESTO, UNAS POCAS LÍNEAS ANTES DE NEGAR EL CARACTER UTOPISTA DE SU ALTERNATIVA- (Que no habrá guerras, al no haber ejército, se entiende) Pero claro, primero habría que saber si, en ese supuesto, su modelo se habría implantado sólo en un país o en todos los que le rodean (no creo que haga falta explicar porque) Pero, aunque supongamos que lo está, no sólo en las naciones vecinas, sino en todas las que, por aire, mar o tierra, pudieran atacar a la primera ¿Realmente vamos a creer que, por el hecho de no existir ejércitos estatales, la gente va a dejar de guerrear? Es cierto, sí, que gran parte de las guerras de hoy parten de intereses de los Estados y de "sus amigos", esto es, de la oligocracia. Pero no es menos cierto que las animadversiones y toda clase de conciencias retribucionistas son una constante entre países vecinos, o no vecinos.

...Y que no se me quede en el tintero uno de los argumentos más paradigmáticos de TODO PENSAMIENTO DOGMÁTICO, y que no he podido sino sonreirme al leerlo. Y es que el autor se lanza a predecir que, en una sociedad anarco-capitalista, incluso la estructura jerárquica de las empresas se vería muy mermada, siendo que dicha estructura es una imitación del Estado más que del sector privado ¡La culpa siempre es del Estado! ¡hasta en lo más insospechado! Ja, Ja, Ja!! 
...Cambien ustedes "Estado" por "burguesía", "masonería", "judería", "SATANÁS"... 
¡Y tan sólo cambiando de chivo expiatorio modélico, han cambiado el modelo de pensamiento entero! 

-Como digo siempre, todo ismo tiene un oscuro rincón en que se precipita sin frenos hacia el conspiracionismo.-


*

Quede, para finalizar, mi agradecimiento al autor por citar tan pocas veces a Mises y Hayek, estando tan acostumbrado al abuso que se hace de esos dos autores por parte de sus correligionarios, hasta el extremo de resultar ciertamente cargantes, y preguntarse si no tendrán más autores de los que hacerse eco (lo cual hablaría, en cierto modo, de la "pobreza" de esta escuela, o siendo menos malévolos, de su carácter más bien embrionario.)







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