Filosofía, Metapolítica, Aforismo, Poesía.

jueves, 20 de noviembre de 2014

MÁS SOBRE "QUÉ ES ANARQUISMO".

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En una sociedad sin Estado, sin autoridad impuesta 
-lo que no implica que no se la reconozca voluntariamente- 
es donde se desarrolla al máximo la VOLUNTAD DE PODER. 
Por una razón muy simple: 
PORQUE LAS CIRCUNSTANCIAS TE OBLIGAN..
..A SER CREADOR, NO CREADO, 
A SER SOBERANO, NO SÚBDITO.

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El anarquismo no es irreconciliable, ni con la autoridad, ni con el patriotismo*, ¡ni siquiera  con la mismísima aristocracia! -por mucho que lo crean esa casta de los intocables que identificamos bajo la etiqueta anarcopunk/okupa/perroflauta -dicho además con todo que implica, en rigor, el término intocable, y ¿porque no también?, con toda la mala leche.-

[*Decimos esto entendiendo el patriotismo en un sentido poco ortodoxo, pero no necesariamente menos auténtico. La Patria no tiene porque ....medirse, nombrarse, compartimentarse, INSTITUCIONALIZARSE.]

La Edad Media, en ese sentido -y de muchas otras maneras- guardaba más semejanzas con el ideal anarquista presente que la democracia que se presupone tan libre y respetuosa de la integridad de sus ciudadanos. Sencillamente, en aquella época, NO TENIAN HERRAMIENTAS SUFICIENTES para imponerse A TODOS, por más que quisieran; amén de que siempre, allá donde pleiteasen, se topaban ante CONTRA-PODERES, que como su propio nombre indica, SE LE OPONÍAN, Y LE FRENABAN (o al menos, tenían la posibilidad de hacerlo)

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El contrapoder siempre ha sido un salvaguarda, un bálsamo, para aquel a merced del capricho de un solitario tirano (para el que quedaba en medio, al final, de dos o más de estos poderes)

En definitiva, el hombre antiguo -que ni imaginó un Estado con la eficacia, la precisión, la omnipresencia, del actual- pudo escaparse, más de un par, y más de una docena de veces, por alguna de las incontables grietas de aquel proto-estado que ni soñaba con perder el prefijo.

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"Demo-cracia=Gobierno del demonio".. Se me ocurre ahora que quizá hay un acierto involuntario en esa identificación tan propia del extremismo religioso. Y me explico.. La cosa es que han coincidido en el tiempo, la democracia (más o menos rigurosa) con el Estado moderno, con lo que se da una curiosísima contradicción: Un régimen de mayores libertades civiles, formalmente el más libre conocido por el hombre -FORMALMENTE- pero enmarcado en una estructura gubernativa más poderosa, más invasiva, y más asfixiante, de las que han existido también, probablemente, en cualquier otro tiempo.


Pero entonces vemos que no es la democracia la que es, en sí, "el demonio", sino el Estado que, mientras que siglos a tan sólo era un ´proyecto de`, y el ciudadano no estaba tan a merced de su omnipresencia -aunque su poder pudiera ser más despótico- ahora sí que no parece haber escapatoria alguna, ante el LEVIATHAN...

.. YA CREDIDITO, BIEN REMACHADO, Y MEJOR ENGRASADO.






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