A los librepensadores..
Alere Flammam veritatis
Debemos dejar ya de definirnos por la oposición a algo.
No es más que una muestra de inmadurez intelectual,
¡más diré!, ¡de infantilismo!
El que es anti-cualquier cosa, para empezar, suele desconocer profundamente aquello que odia. Este desconocimiento es, a la vez, consecuencia, y origen, de su rencor. La ignorancia siempre es pieza clave en toda cruzada y persecución furibunda desde que tenemos memoria, y no menos cierto es que, si somos enteramente sinceros, nada hay en este mundo, ninguna doctrina,tendencia, o circunstancia, de la que no se pueda extraer ni una sóla lección en positivo, o alguna perspectiva que nos aporte mayor "amplitud de campo".
El otro poderoso motivo para desconfiar de la objetividad del que se postula como "anti-algo" es el que tantas veces he mencionado, y que no por ello deja de ser, como el presente aviso en conjunto, necesario de recordar hasta la saciedad: La persona autodefinida anti-X suele acusar una marcada tendencia a "percibir" rastros de X (fascismo, capitalismo, comunismo, racismo...) hasta en los lugares más insospechados.
Así, el anti-racista o el anti-machista cree que practicamente todo el mundo, en una amplia gama de niveles y formas, es racista, o machista.
Por suerte, tanto el racismo como el machismo han menguado enormemente en los últimos tiempos, al menos en occidente; ahora, LA TONTERÍA DE ALGUNOS.. EN OCCIDENTE, no tiene límites..
*
Yo ya superé recientemente la "última frontera" -creo que es la última- que resultó ser, en mi caso, el "anti-capitalismo/anti-liberalismo".En el fondo, no se trataba más que de dar los últimos pasos en coherencia con lo que yo venía defendiendo. Si ser anti-algo es estúpido, no lo va a ser menos ser anticapitalista o anti-ñioliberal (El neoliberalismo se ha convertido en un nuevo mantra/palabra-policia que un día va a desbancar al, siempre tan exitoso y versatil, "fachizzzmo".)
Yendo a este ejemplo concreto de oposición, tan extendida (y no sólo en la izquierda, no crean), el odio, el "ir a la contra" no nos hace menos miopes, alucionatorios, que lo que hemos descrito en los anteriores ejemplos.
Ser anti-liberal, por ejemplo, supone relegar tanto una de las perspectivas socio-políticas que ENRIQUECEN la observación humana, que facilmente pudiera tener la consecuencia de no estar suficientemente prevenidos, y concienciados, contra la tirania, el "gorilismo" del Hombre de Estado, y la conculcación -por una excusa más o menos convincente- de los derechos más básicos de libertad de expresión y libertades civiles en general.
También corremos el riesgo, en esta misma inercia, de tachar con el estigma de "enemigo del pueblo" al burgués, industrial, o persona de mayor poder adquisitivo; o así mismo, acercarnos
-en otra dirección- a alguno de los variados iluminismos in-igualitarios o exclusivistas (los que no conviene olvidar sólo porque hoy no sean los más generalizados.)
Yo soy también coherente en esto, desprecio con pareja vehemencia los odios igualitarios y los in-igualitarios.
Y ya, hablando más concretamente del capitalismo en sí, pues oigan, llevo mucha "tinta derramada" sobre el asunto, y más en concreto, "destripando" el paradigma liberal/ancap, y lo único que se me ocurre ahora mismo para ser conciso y arrojar algo de racionalidad es que: Si el capitalismo funciona tan bien, que no lo dudo, para aquello de hacer "cálculos económicos", intercambiar mercancias, e impulsar mercados, e incluso ideas (algunas veces, hasta buenas) ..¿Pues porqué no se quedan ustedes en el lugar que les corresponde, y donde parece que se las apañan bien, y nos dejan a nosotros un poquito en paz, con las decisiones, y los caminos que LIBREMENTE escogemos para nuestras vidas, y las de nuestras comunidades?
Que si queremos ser proteccionistas, porque a nosotros nos parece que debemos serlo, y porque la gente "llana" entiende lo que es SU producto, más que la "idea platónica de producto", y oye, ¡porque nos da la real gana! ... ¡Pues déjenos a nosotros en paz! Y no tenga el valor de llamarnos tiranos, porque usted acusa una deformación bastante curiosa en su percepción según se ejerzan las "tiranias" contra el libremercado-fuentedetodoslosbienes, o contra TODO LO DEMÁS.
Y que, del mismo modo, si queremos vetar a una empresa concreta, ¡o incluso a todas las de un país entero! ¡Porque nos caen mal! Sin más... O decidimos restringir las fronteras, no sólo a productos o capitales, sino a personas... En caso de que lo hayamos decidido democráticamente, pues por mucho que clamen por los "derechos humanos" o las "libres circulaciones", nadie nos puede negar la legitimidad para hacerlo (o al menos, a mi no me cabe la menor duda al respecto.)
Otro de los "PEROS" MUY SEVEROS que les pongo a los liberales, también mencionado aquí en otras ocasiones, es que siguen hablando, vehemente y empecinadamente, en nombre de UN INDIVIDUO QUE NO EXISTE.(*)
Ego dixit. Acta est fabula!
~
[*1] El individuo no es nada sin su contexto, y el contexto no es nada sin el individuo. Parece como si este individuo del que ellos hablan no tuviera, siquiera, antepasados, que lo que él es, y sabe, y tiene, ha aparecido de la nada, en vez de ser fruto de generaciones y generaciones anteriores a la suya. ¿Quién es, entonces, este individuo que supone el eje central de este pensamiento? Dificil decirlo, pues, como le ocurre al liberalismo real, nadie se ha cruzado nunca con él.
~~
[*2] El individuo, en la realidad
objetiva del día a día, está
bastante más "desdibujado";
y las fronteras entre lo que es
"de él" y lo que es "del otro"..
lo que hace "por libre
elección"o "condicionado
por variados factores"..
nunca están tan claras.
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