Filosofía, Metapolítica, Aforismo, Poesía.

lunes, 23 de febrero de 2015

"LA BATALLA CULTURAL (II)"


La realidad es un torrente inacabable de sucesos, datos, declaraciones, amistades y enemistades, choques dialécticos y físicos, tendencias fuertes y débiles, causas cercanas o remotas.. Es tan amplia y tan rica en detalles como nosotros queramos, pues no nos es posible analizar todo lo que en las sociedades acontece. Nuestra perspectiva única e intransferible dependerá de cuales son los filtros que usamos para extraer de aquel inmenso magma de sucesos lo que consideramos relevante. Estos filtros que cargamos son los responsables de que unos y otros perciban en un mismo acontecimiento detalles distintos, y que incluso puedan interpretarse unos mismos detalles en sentidos opuestos. 

En la primera parte hice una amplia introducción donde quedaron sentadas las bases de la materia a tratar y delimitados sus mecanismos y procesos, así como sus implicaciones.

Dijimos, a grandes rasgos, que aquel sector ideológico que ha logrado imponer su hegemonía fabrica unos clichés, caricaturas, lugares comunes.. con los que se construye la imagen de sus opositores que es ofrecida al gran público, y de este modo, se afianza la hegemonía al tiempo que se lanzan piedras en el camino de quienes la desafían. 

El "enemigo" es lo que nosotros decimos de él, y no lo que él dice de sí mismo; y para que esto siga así, conviene que se le oiga lo menos posible, y seguir siendo nosotros sus intérpretes; de ese modo parecerá que sabemos mejor que él lo que piensa, o dicho de otro modo, que le ahorramos al público el esfuerzo de traducir lo que realmente quiere decir.

Así se construye la hegemonía cultural, y así es como se le da a la gente "la realidad masticada". Quién no posea las herramientas para analizar ésta por su cuenta, o sencillamente carezca del interés para hacerlo, inevitablemente se convertirá en fiel vocero del discurso hegemónico y, sin siquiera percatarse de ello, hará de guardia pretoriana del sistema establecido, extendiendo y fortaleciendo cada uno de sus ticks, filias, fobias, vacas sagradas y tabúes.

Esto es lo que finalmente ha quebrado internet. Hasta la aparición de la red de redes, los medios públicos y semi-públicos (subvencionados y tutelados por el estado) tenían en sus manos una capacidad de crear opinión muy superior a la de cualquier medio privado, editorial o asociación cultural; puesto que poco podían hacer éstos frente a la competencia desleal de unas televisiones, unas radios y unos periódicos a los que se les inyecta capital o se les cancela deudas (pero que, sobre todo, ¡se les permite emitir!) ..Esto en el caso de los medios semi-públicos, porque en el caso de los inequívocamente públicos, la carta blanca para invertir en propaganda descarada del gobierno de turno y de su ideario particular no tenía apenas limites.

Antes de empezar a surgir miles de medios alternativos a los que cualquiera tiene acceso con un click de ratón, los medios hegemónicos eran pocos; y, gracias a ese consenso que va formándose entre las oligarquías y la clase política, acababan todos lanzando un mensaje casi unívoco, de tal forma que la inmensa mayoría no percibía otra imagen del mundo ni otra lectura de la realidad que la que estos medios hegemónicos le proporcionaban. Así se explica cómo, por ejemplo, las ideas social-demócratas y progresistas han llegado a asimilarse en gran parte con el sentido común; y que hoy, cuando intentamos hacerle ver a alguien que caben muchas más maneras de leer la realidad nos resulte tan cuesta arriba como intentar convencer a Carlomagno de las virtudes de la república.

Los que hoy se "rebelan contra el sistema" (la gran mayoría) son también parte del sistema, y no le reclaman a éste otro tipo de cosas que las que él lleva ofreciéndoles desde siempre. Algunos llamados "anti-sistema" son más bien los ultras del sistema: No conciben cambio de rumbo alguno; meramente se debaten entre pisar el freno o pisar el acelerador.

Los hijos de la educación social-demócrata en Europa sólo saben ser "contestarios" a base de radicalizar el mismo ideario y sistema de valores en que les han criado. Nadie se sale del redil; como mucho se infla para dar la ilusión de que no hay tal redil. La educación pública, ese engendro totalitario, ha sido a este respecto tan efectiva que, lejos de percibir los adoctrinados por ella el daño que les ha causado, abrazan sin dudarlo al liquidador de su sentido crítico y desean ardiéntemente concederle mayor poder todavía.

Sólo así puede explicarse tal confusión generalizada, tal desconexión de la realidad como la existente en la Europa actual. Aquella "realidad masticada" de la que antes hablamos, administrada regular y concienzudamente, ha dado lugar a una sociedad que ya sólo puede digerir alimentos procesados. Si le presentas el solomillo crudo no va a saber qué hacer con él.
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1 comentario:

  1. Hola Señor Don Raúl. Celebro su artículo. Da para mucha reflexión. ¿Será que a fuerza de repetir y repetir lugares comunes y frases hechas estamos achicando el lenguaje? ¿Será que quedarnos siempre en un mismo campo semántico es recluir el pensamiento en un corral? ¿Y reducir el pensar a unos pocos metros cuadrados no es una forma de acotar la realidad? ¿Cuál es la alternativa para ampliar el lenguaje, el pensamiento y la realidad? ¿Un discurso en expansión podría transformar el mundo en el cual vivimos? Muchas gracias por ayudarme a hacerme estas preguntas. No pretendo tenerlas las respuestas, querido amigo español, pero creo que usted podría decir algo al respecto. Yo tengo una humilde opinión con atisbo de hipótesis: la literatura, y el arte en general, podría tener la llave para abrir las puertas de la habitación mental en la cual yacemos encerrados...

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